martes, 8 de noviembre de 2016

"La vida es el arte de dibujar sin borrar"


      Hay algo que siempre me ha llamado la atención: no poder borrar en un lienzo. Al equivocarnos, tal vez podamos buscar la manera de corregir el error pintando sobre él o tal vez cambiando la idea de la obra o etc. Y eso, en cierta manera, refleja el transitar en la vida. No podemos borrar lo que hacemos, ni lo que decimos, ni lo que vemos... Estamos destinados a tomar decisión tras decisión asumiendo las consecuencias de ellas y ese conjunto de decisiones que tomamos, al final, forman una hermosa obra llamada Vida, donde tú decides qué colores usar. Como dicen por ahí "La vida es el arte de dibujar sin borrar". Tomémoslo en cuenta.


       P.D. La imagen muestra mi segundo cuadro... probando algo nuevo...

lunes, 19 de septiembre de 2016

"No hay mentira que venga sola"



El problema del mentiroso es que se vuelve esclavo de sus mentiras. No hay mentira que venga sola. Al decir una mentira, necesitarás fabricar una segunda para mantener la primera. Cuando te des cuenta, estarás preso. Es una cadena.

Decir mentiras para ocultar defectos es aumentarlos. Nada más hermoso que una persona sincera.

Decide ser libre. Decide no tener nada que esconder. Decide vivir sin temor a ser descubierto. Decide ser tú, gustes o no.

domingo, 5 de junio de 2016

¿Cuándo seré feliz?



A veces nos ponemos tristes, o desanimados, pensando que "seré feliz cuando...", cuando conozca al hombre/mujer de mis sueños, cuando me case, cuando me gradúe, cuando tenga el trabajo que quiero, cuando logre comprarme un carro, cuando tenga un hijo, cuando tenga otro, cuando...

Sabemos que Dios tiene cosas grandes para nosotros, planes perfectos que no conocemos, y vivimos esperando en Él, esperando que llegue un día en específico donde pensamos que veremos nuestros sueños realizados, o la voluntad de Dios cumplirse en nuestras vidas y así podamos sentirnos "felices". Pero, qué hay de nuestro "hoy"? Cada hoy, cada día que Dios nos da, es un regalo de su parte, es una bendición, es algo por lo que tenemos que agradecerle, y disfrutarlo. Llenarnos de gozo por un día más de vida, por su compañía. Apreciemos los pequeños detalles que Dios nos brinda en cada día.


Decidamos vivir un día a la vez, como dice en Mateo: "Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal. (San Mateo 6:34 RVR1960)

sábado, 28 de mayo de 2016

¿Qué será de mi vida mañana?



¡Qué broma el ser humano! Queriendo predecir el futuro. ¡Qué broma con la impaciencia de querer saber qué será de su vida mañana! Y es que ninguno de nosotros se salva. Incertidumbre. Duda. Temor al futuro. ¿Lo lograré? ¿Me irá bien? ¿Conseguiré lo que espero? Preguntas. Interrogantes. Pensamientos culpables de tu insomnio. Sentimientos frustrantes. Pero no hay que preocuparse cuando el que lleva el timón de nuestra vida es Dios. El Creador. El que antes de que nacieras ya te conocía. El que es el mismo de ayer. El que tiene el mundo en sus manos. El que tiene todo bajo control. Seguridad. Confianza. Tranquilidad. Paz. Eso y más es lo que obtenemos cuando creemos en Él. ¿Qué nos queda? Disfrutar el hoy. Apreciar los pequeños detalles. Actitud positiva. Y sobre todo FE.

sábado, 30 de abril de 2016

¿El vil egoísmo que otra vez triunfó?



Para nadie es un secreto que hoy en día en las conversaciones de los venezolanos ajuro se toca el tema de la situación del país, ya sea de la inseguridad, escasez de alimentos, escasez de medicinas, desempleo, etc.

Últimamente he escuchado a varias personas, cuando se toca el tema, decir que hay que ser positivo, que odian escuchar que se quejen del país, que aún podríamos estar peor y que en realidad deberíamos agradecer que al menos tenemos lo necesario para vivir. Y ustedes dirán "oye, tienen razón". Pero yo pregunto: ¿y los que no? ¿y los que no les alcanza su salario para comprar los alimentos? ¿y los que han perdido familiares a causa de la inseguridad o por no conseguir un medicamento? ¿y todos aquellos que sí tienen que hacer las colas en los supermercados porque no tienen para comprar la comida revendida por los bachaqueros? ¿y los que no tienen nada de lo que tú tienes?

Es muy fácil para nosotros querer tapar el sol con un dedo, ponernos una venda en los ojos y meternos en la mente que todo está bien y que en medio de la crisis podemos surgir. Que no todo está tan mal porque no nos falta la comida. "El vil egoísmo que otra vez triunfó"... esa parte del himno lamentablemente ha cobrado vida. Muy bien, me alegro por todos los que ganan mucho más del sueldo mínimo, por los que tienen qué comer en sus casas, me alegro por los que no han perdido familiares a causa de la falta de medicinas, de hecho yo tampoco he tenido necesidad de nada y me alegro y agradezco por eso, pero ¿saben qué? No somos el ombligo del mundo, no somos los únicos que viven en este país, hay más gente allá afuera. ¿En qué momento nos volvimos tan egoístas?

lunes, 11 de abril de 2016

¿Buscando razones para ser feliz?



         “Si estás buscando una razón para ser feliz: tómate el pulso”, eso leí por ahí.

         Esperando el día en el que seamos felices, se nos va la vida.

         Siempre digo que hay que valorar más los detalles más pequeños, lo que parece normal: que el corazón nos lata, que el Señor nos despierte cada mañana, que salga el sol, la comodidad de nuestra cama, la lindura de los colores. Tenemos que ser de los que ven el vaso medio lleno y no medio vacío, de los que en vez de resaltar lo malo, apreciamos lo bueno.

        Darle las gracias a Dios por todo, pero vivir con una mala actitud como si no tuviéramos nada, es una incoherencia. Seamos agradecidos, no sólo de labios, sino con todo nuestro ser.

jueves, 7 de abril de 2016

¿Tiempo al tiempo?



Por ahí dicen que hay que darle tiempo al tiempo, pero yo opino que no es así. Al menos no en todos los casos. A veces el tiempo pasa y todo sigue igual. Hay cosas que el tiempo no hace olvidar. Quedan grabados recuerdos, lugares, momentos, olores, sonidos. Y no importa si pasan uno, dos o tres años, sigue sonando igual, sigue oliendo igual, se sigue sintiendo igual, y eso el tiempo no lo cambia.

Llega el momento en el que toca reconocer que no podemos solos, que el tiempo tampoco puede, ni todo lo nuevo que vivamos. Sólo Dios puede. Algo sobrenatural, más allá de lo humano, lógico o racional. Más allá de lo que podemos entender.


Creo que no se trata de olvidar, sino de algo más, de soltar, dejar ir, dejar fluir y acostumbrarse. Y en ciertos casos, es difícil hacerlo solos. ¡Qué bueno que tenemos a Dios!